El asesinato sin resolver de una turista italiana examina a la justicia brasileña

Puede pasar en cualquier sitio, son casos puntuales, criminales hay en el mundo entero… sí, estamos de acuerdo en todos los tópicos sobre la maldad humana.

Sin embargo, la misteriosa muerte sin clarificar de una turista italiana en la playa de Jericoacora, una de las más visitadas del nordeste brasileño, ha devuelto a la actualidad un asunto que nunca deja de estar presente para quienes viven, conocen o tienen interés por descubrir Brasil, la seguridad.

Gaia Barbara Molinari, de 29 años, natural de la localidad italiana de Piacentina, vivía en París. Sentía adoración por Brasil, por eso decidió pasar una temporada conociendo el país. Se alojaba en albergues a cambio de trabajo mientras recorría algunos de los lugares más paradisíacos del mundo. En el camino hacía amigos. Durante su estancia en Fortaleza conoció a Mirian França, una joven farmacéutica de Río de Janeiro, estudiante de Doctorado en la UFRJ. Ella la animó a hacer una excursión a Jijoca de Jericoacoara.

Mirian França, amiga de la víctima y principal sospechosa del crimen, estuvo en prisión 15 días.

En una parte de la visita sucedió algo inesperado. Gaia y Mirian se separaron y la italiana apareció muerta en una duna en los alrededores de la playa. Llevaba su mochila colgada y no había sido atracada por lo que se descarta la posibilidad de que la mataran para robarle.

Las dos amigas tenían billete de autobús para regresar a Fortaleza el día de Nochebuena, pero solo la joven carioca llegó a cogerlo. Según su declaración, pensó que su amiga había decidido quedarse un día más en la zona  y por eso decidió irse sola. Fue entonces cuando se convirtió en la principal sospechosa del crimen.

Patrizia Bezerra, la delegada que investiga el caso, informó sobre las numerosas contradicciones de França en su declaración, algo que justificaría su entrada en prisión de forma preventiva. Sin embargo, la joven pasó 15 días en la cárcel sin pruebas que determinaran que fue ella quien mató a Gaia. De hecho, según los resultados de la autopsia, la italiana se defendió del ataque, recibió un golpe en la cabeza y fue estrangulada.

Las autoridades creen que el homicidio fue cometido por más de una persona y, por la forma en que se produjo, un hombre pudo participar en el crimen. Pero, ¿dónde está esa persona? ¿Quién pudo matar a la italiana? ¿Es Mirian un chivo expiatorio? Demasiados interrogantes en torno a un caso que podría afectar al turismo en el estado de Ceará.

Este crimen ha provocado una corriente de indignación en Brasil, sobre todo por el color de piel de la principal sospechosa. El hecho de que França sea negra podría haber influido en la forma de actuar de las autoridades. Su madre llegó a decir que si hubiese sido blanca y rica, su hija jamás hubiera entrado en la cárcel.

La Universidad donde estudia envió a un representante para velar por el cumplimiento de sus derechos fundamentales y un tribunal de justicia estadual tuvo que intervenir para revocar la prisión provisional ante la presión de la opinión pública. Mirian fue puesta en libertad ante una gran expectación mediática, pero no podrá salir de la región al menos en un mes hasta que avance la resolución del caso.

La investigación se centra en la hipótesis de una presunta relación homosexual

¿Quién mató a Gaia? Ese sigue siendo el principal interrogante de un crimen que ha abierto la veda a la especulación. La propia delegada, Patrizia Bezerra, afirmó que el homicidio pudo deberse a motivos sentimentales e incluso se detuvo a una pareja que se había cruzado en el camino de Gaia y Mirian. Se trata de un uruguayo y una francesa, residentes en Barcelona, que estaban de vacaciones en la misma zona. La joven gala había intercambiado mensajes con la italiana los días previos a su muerte lo que pudo desembocar, según los investigadores, en un ataque de celos de Miran França, quien podría haber mantenido una relación homosexual con Gaia. La pareja se quejó de las presiones policiales para que informasen sobre los vínculos existentes entre las dos turistas.

Rodrigo, que así se llama el joven uruguayo, explicó que la policía llevó a su novia a una sala y a él a otra y les presionaron para declarar que Mirian era la culpable. «Nos separaron a mi y a mi novia y comenzaron a hacernos preguntas. Parecía que querían que confirmásemos de cualquier manera que Miran había matado a Gaia.

Me preguntaron si yo sabía que ellas tenían una relación homosexual. Yo dije que no, que solo tuve un contacto de 20 minutos con ambas y que no podía saber eso. Fue entonces cuando me preguntaron si mi novia tenía una relación homosexual con las dos. Dije que no, pero ellos insistieron. Dijeron que sabían que Mirian estaba mintiendo y que fue ella quien mató a Gaia».

Entre tanto, un hombre de la zona con antecedentes criminales fue señalado por los propios habitantes de la localidad como posible autor de la muerte. Su responsabilidad acabó siendo descartada después de que se sometiera a varios análisis.

Todos estos movimientos han puesto en cuestión la forma de actuar de la policía de Ceará. La diplomacia italiana, que envió a un representante para supervisar la evolución del caso, presiona para encontrar al culpable, mientras los investigadores dan palos de ciego sin encontrar a los responsables del crimen. 24 días después de su muerte, Gaia por fin ha sido enterrada. Descanse en paz.

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