Mundial Brasil 2014: ¿Por qué Fuleco está desaparecido?

Fuleco, mascota del Mundial Brasil 2014.

Fuleco es la mascota del Mundial Brasil 2014. La FIFA lo eligió para homenajear al tatu-bola, una especie que en español se conoce como armadillo y que está en peligro de extinción. La idea era utilizar el evento para promover la conciencia ambiental.

Sin embargo, el muñeco ni siquiera apareció en la apertura y está prácticamente desaparecido de los estadios. Su presencia se reduce a las ‘fan fest’ donde incluso se dedica a bailar con las aficionadas, ofreciendo una imagen muy diferente de la habitual mascota que anima a los equipos mientras divierte a los niños. ¿Qué ha pasado con Fuleco?

Al parecer, la FIFA no llegó a un acuerdo con la Associação Caatinga, la ONG que propuso que un tatu-bola fuese la mascota del Mundial. La entidad presidida por Joseph Blatter ofreció menos de 100.000 euros, según la versión de la asociación, a entregar en 10 años. Este dinero se dedicaría a desarrollar acciones que ayuden a la conservación de la especie.

Los representantes de la organización no gubernamental no aceptaron porque consideraron que se trataba de una cantidad ridícula sobre todo teniendo en cuenta los grandes beneficios que la FIFA obtendrá por el Mundial brasileño.

«Uno de los objetivos principales es usar el Mundial como plataforma para comunicar la importancia del medio ambiente y de la ecología», dijo Jerome Valcke, secretario general de la FIFA durante la presentación de Fuleco hace dos años. «Representa el legado, que es proteger la naturaleza», añadió.

El nombre de la mascota fue escogido por los aficionados a través de una votación en Internet. El 48% lo escogió por delante de Zuzeco (31%) y Amijubi (21%). Fuleco es una combinación de las palabras ‘futebol’ y ‘ecología’.

En las redes sociales ya hay campañas para que la FIFA tome medidas para preservar al tatu-bola. También ha habido recogida de firmas en varias ciudades sin respuesta alguna por parte de la institución, que mientras tanto, esconde a Fuleco todo lo que puede y reduce su presencia a las ‘fan fest’ situadas en las doce sedes del Mundial.

El portavoz de Associação Caatinga, Rodrigo Castro, afirmó al portal UOL que «dentro de 40 años la gente puede acordarse de los partidos y del campeón del Mundial. Tal vez hasta recuerden a la mascota Fuleco, pero en esa época el tatu-bola puede haberse extinguido y la gente no se acordará de él».

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