Una de las ‘trilhas’ imprescindibles en Rio de Jeneiro es la de que sube al Morro Dois Irmãos, el famoso cerro con dos picos que se ve desde las playas de Ipanema y Leblon. Para llegar hay que pasar por la favela de Vidigal, una de las más visitadas y tranquilas de la ‘cidade maravilhosa’.
Aunque en Vidigal no suela haber problemas de seguridad, es conveniente preguntar por la situación antes de hacer este paseo. Otra recomendación importante es ir acompañado de un guía o alguien que conozca bien la zona. En mi caso quien nos llevó hasta allí fue un amigo nacido y criado en esa favela, alguien que conocía hasta el último recoveco del camino, que había subido cientos de veces.

También hay empresas que organizan la trilha a precios accesibles. Nunca vayas solo, ni a esta ni a ninguna otra caminata en mitad del campo en cualquier lugar de Brasil salvo que esté protegido por encontrarse en un parque natural o algo parecido. Consejo de seguridad básico.
Nosotros cogimos un autobús en Avenida Atlántica a la altura del posto 2 en Copacabana. Hay varias líneas que pasan cada cinco minutos (2333, 2337 y 2335), pregunta al conductor en todo caso para asegurarte de que para a la altura de la favela de Vidigal.
El autobús te deja en una plaza que hay a la entrada. Allí encontrarás furgonetas y moto taxis que te llevan hasta lo alto de la favela donde comienza la caminata. Las dos opciones son seguras. Si eliges hacer esta actividad con alguna agencia, te recogerán en un punto de referencia y te llevarán hasta arriba sin que tengas que preocuparte de nada, pero si prefieres ahorrar y hacerlo por tu cuenta, también puedes.
Llegando allí conocerás a otros grupos de senderistas y puedes pedirles permiso para unirte a ellos. Los ‘trilheiros’ son abiertos, generosos y solidarios. Puedes confiar.
En cuanto a las indicaciones a gente que vive en la favela, ten en cuenta que es la más turística de todas las ‘comunidades’ de Rio de Janeiro y hay muchos extranjeros que la han elegido para vivir también. Si pides consejo pídeselo a alguien de allí de toda la vida. Entra en alguna lanchonete, algún restaurante o negocio local, por ejemplo.

La ‘trilha’ en sí es fácil. El recorrido es de poco más de un kilómetro y medio. Puedes tardar entre 40 y 60 minutos en función del tiempo que pares para hacer fotos. Hay varios puntos en el camino donde querrás detenerte.
Hacia mitad, el bosque es más frondoso y cerrado, pero no hay ningún punto de difícil acceso. Solo tienes que tener cuidado con la ropa que utilizas. Usa tejidos elásticos, mallas, chándal e incluso pantalón corto. En este lugar no vas a tener que hacer escalada o algo que te pueda dejar marcas en el cuerpo. Usa repelente y protector solar.

Antes de llegar a la cima verás la favela de la Rocinha, una de las más impresionantes de Rio de Janeiro. La acumulación de casas de diferentes colores, prácticamente unidas entre sí, es una de las cosas que más llaman la atención.
Cuando llegues a lo más alto verás una de las imágenes más bonitas de Rio de Janeiro: las playas de la zona sur, São Conrado, el Cristo Redentor, el Pan de Azúcar, la lagoa Rodrigo de Freitas…
Si estás en Rio de Janeiro durante la semana es mejor hacer esta trilha cualquier día que no sea sábado o domingo porque hay mucha más gente y además de que subir será menos tranquilo, luego a la hora de hacer las fotos desde la cima te va a costar más trabajo que no aparezca nadie alrededor.
Llévate algo de dinero en metálico porque suele haber gente vendiendo agua, galletas e incluso açai. Si se te acaba lo que lleves en tu mochila te vendrá bien. Además, en la favela de Vidigal hay un montón de bares y negocios súper chulos donde comprar a precios mucho más bajos que en cualquier lugar de Copacabana, Ipanema o cualquier otro punto donde normalmente suelen hospedarse los turistas.
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