Catedral de Rio de Janeiro: la sorpresa está en el interior

Cuando vi por fuera la catedral de São Sebastião, la principal de Rio de Janeiro, pensé que alguien se había confundido, que no podía ser… acostumbrada a las catedrales españolas, que son impresionantes ya vistas desde la distancia, no podía imaginarme que un edificio gris, con forma de cono, lúgubre y sin nada de ornamentación, iluminación o algo que le ayudase a destacar, fuese el templo religioso por excelencia de una ciudad tan impresionante y bonita.






Me equivoqué, como tantas otras veces me he equivocado en Rio de Janeiro. Porque en Brasil no puedes dejarte llevar por las apariencias, tienes que estar abierto a la sorpresa. Y la de esta catedral fue una de ellas. Impactante… después de entrar por la puerta, que es otra de las partes más importantes, por cierto. Está decorada con 48 bajorrelieves de bronce con diferentes temas relacionados con la religión católica.

La catedral de São Sebastião también es conocida como catedral metropolitana. Tiene 75 metros de altura y fue diseñada por el arquitecto Edgar de Oliveira da Fonseca, que fue uno de los discípulos de Oscar Niemeyer.

La parte más desconocida y que no todos los visitantes llegan a descubrir es el sótano de la iglesia. En ese lugar se encuentra el Museo de Arte Sacro. En la fuente se bautizaba a los príncipes de la Familia Real.

Las llamativas vidrieras de la catedral de Rio de Janeiro. Foto: Virtudes Sánchez

Además, también destacan la estatua de Nossa Senhora do Rosário, el trono de Dom Pedro II y la rosa de oro concedida a la Princesa Isabel por el Papa León XIII para celebrar su firma del Acta de abolición de la esclavitud en Brasil que solo llegó oficialmente en 1888 con la Ley Áurea. Brasil fue el último país del mundo en abolir la esclavitud.

Dentro de la catedral de São Sebastião en Rio de Janeiro. Foto: Virtudes Sánchez

Otra de las cosas que más me llamó la atención de la catedral de São Sebastião fue el campanario que se encuentra enfrente del edificio, es independiente. Alrededor destacan grandes bloques modernos de oficinas. El contraste llama la atención pero tiene su encanto.

La catedral está abierta desde las 7.00 de la mañana hasta las 17.00 horas de la tarde y puedes ir en metro (estación Cinelândia). Si eliges esta opción tendrás que caminar unos cinco minutos. Dependiendo de donde estés alojado puede salirte bien ir en taxi o Uber.

¿CÓMO CONOCER LA CATEDRAL DE RIO DE JANEIRO?

Una forma de conocer, no solo la catedral de Rio de Janeiro sino otros de los monumentos religiosos y culturales de la ciudad, es reservar una visita guiada para que un experto te acompañe y te cuente todos los detalles. Te sentirás más seguro y aprovecharás mejor el tiempo.

Hay un montón de opciones para descubrir todos los rincones, no solo las playas, de Rio de Janeiro. Puedes hacer un tour por la parte cultural pero también puedes elegir una ruta por toda la ciudad que es algo un poco más completo.

Puedes incluso unirte a algún grupo de los que realizan ‘free tours’ por la ciudad. No te cuesta nada, es gratis. Eso sí, se agradece que cuando termine la ruta entregues una cantidad de dinero, la que tu quieras, para agradecer el tiempo invertido en ayudarte a descubrir la ciudad maravillosa. Si puedes… ¡sé generoso! ;)

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