En la última jornada del campeonato brasileño se produjo algo nunca visto en Brasil. El árbitro Anderson Daronco detuvo el partido entre el Vasco da Gama y el São Paulo disputado en el estadio de São Januario de Rio de Janeiro, después de que una parte de la afición local lanzase gritos homófobos contra el rival.
“Equipo de maric.., equipo de maric…”, fue lo que se escuchaba. Fue tanta la claridad de los gritos que Daronco no lo dudo un momento. A pesar de la falta de precedente, en el minuto 19 del segundo tiempo mandó a los jugadores parar. Inmediatamente fue a hablar con Vanderlei Luxemburgo.
El entrenador del Vasco da Gama, se giró hacia la grada y pidió a la afición que dejase de gritar eso. “No se puede gritar equipo de maric…”, les dijo.
Después del partido, el técnico explicó que lo hizo porque “no está permitido lanzar gritos homófobos en los partidos, pueden perjudicar esas cosas”. El club también emitió un comunicado disculpándose por la actitud de la afición.
Y es que, aunque es habitual escuchar este tipo de insultos en los campos de fútbol de Brasil, existe una recomendación del Tribunal Superior de Justicia Deportiva (STJD) para que los árbitros “relaten cualquier tipo de manifestación prejuiciosa” en sus actas.
Pocos días antes de este encuentro, perteneciente a la decimosexta jornada del ‘brasileirão’, el STJD había advertido a los clubes que este tipo de actitudes de la afición podrían acarrear pérdida de puntos.
El São Paulo de Dani Alves y Juanfran acabó perdendo por 2-0 con goles de Talles Magno y Felipe Bastos.
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