Las mejores vistas de Rio de Janeiro siempre las encontrarás desde los puntos altos, los montes y las favelas. La última que he descubierto es la de Pavão-Pavãozinho. El Bar do Jardim, es el punto exacto desde donde disfrutar del paisaje extraordinario de la ‘cidade maravilhosa’.
PPG es como se conoce al conjunto de favelas que une Pavão-Pavãozinho-Cantagalo, en la frontera que une Ipanema y Copacabana. Están pacificadas y no hay problemas de seguridad en este momento, pero siempre es mejor informarse sobre la situación antes de ir.

Aunque yo vivo en Copacabana, no suelo subir a las favelas salvo que sea para hacer una ‘trilha’. En esta ocasión, Felipe, guía acreditado que trabaja para varios proyectos como Rolezando pelo RJ y Sou Carioca da Gema, me mandó un mensaje para invitarme a ir con un grupo de gente.
Y le dije que sí, por supuesto. «Tô dentro!». Quedamos en la salida de metro de General Ossorio, en Ipanema. Desde allí solo hay que subir una escalera bastante grande y ya se llega a la favela. El resto del grupo estaba comiendo en un restaurante a kilo de los muchos que hay en las favelas y en toda la ciudad.
No se pueden hacer fotos y vídeos sin permiso. De hecho yo no hice nada, solo cuando llegamos al bar, que es maravilloso, hecho con materiales reciclados de la propia favela recogidos de la basura: neumáticos, tanques de inodoros, radios antiguas, objetos variados, maderas y muchos carteles con mensajes positivos.

Destaca el color, la creatividad y la paz. Para llegar hasta allí hay que subir en un ascensor inclinado que es como una especie de metro de la favela. Una persona se encarga de apretar el botón de parada en parada. El espacio es pequeño y da un cierto miedo pensar en que pueda venirse abajo de repente. ¡Pero no! Es seguro y al final, yo siempre pienso esto: «Si ellos lo usan y no pasa nada, yo también puedo hacerlo».
Hice nuevos amigos rápidamente. Por eso me encanta ir a las actividades en grupo. La mayoría de las veces voy sola que es como mejor se descubren lugares y personas, sin la limitación de los demás. Conocí a un chico que no puedo decir quien es pero que fue muy gracioso y me invitó al baile da Espanha.
Porque sí, resulta que cada favela tiene un baile funk que es conocido con el nombre de un país y justamente yo fui a parar a la favela de España sin saberlo. Yo preocupada con lo mío, que es venir aquí y contaros las cosas, le pregunté: «¿Pero puedo hacer fotos y vídeos?» Y me dijo: «Sí, en la pared».
Me reí un montón. Fotos en la pared para que nada se vea.
A ver… hay que entenderlo. En las favelas hay guerras cruzadas entre facciones del tráfico de drogas. Ese es el motivo por el que no dejan hacer fotos, ni vídeos de nadie, para evitar conflictos con los enemigos.
No recomiendo a nadie meterse en este tipo de cosas. Yo si voy, que todavía no sé, será protegida. Turistas, no, por favor. Al bar sí y al bar con Felipe, que es de mi completa confianza. ¡Os encantará!