20 cosas que conseguí con mi blog antes de ganar dinero

«Y el blog ese, ¿para qué te sirve?», me preguntan una y otra vez… «Para muchas cosas», suelo contestar en plan simplificado partiendo de la base de que es imposible explicar mis motivaciones personales a alguien capaz de plantear esa cuestión.

Es como decirle a un padre de 70 años que has conocido a tu novio por Internet. «¿Se lo cuento o me lo ahorro?». Seguramente la opción más sencilla será inventar una historia un poco más adaptada a la visión tradicional. El día en el que decir la verdad no se traduzca en trauma o desconfianza, entonces estaremos en una fase de osmosis real entre el mundo analógico y el digital.

«¿Pero te da dinero o no?», insisten. «Bueno, no… no mucho… ahora un poco… Es que el proceso es lento», divago y me río. Porque me tengo que reír. ¿Te da dinero o no te da dinero? Pues mira, si sumo lo que pago por hosting, correo electrónico y desplazamientos por un lado y lo que gano por acuerdos comerciales por otro y luego lo resto, podemos decir que algo me queda. ¿Cuánto? Para pagar la luz y poco más. ¡Pero ya un avance!

«¿Y por qué no te buscas un trabajo serio?», «con toda la gente que conoces… ¿y no te contratan en ningún sitio?», continúan. «Sí, si también trabajo en otras cosas, y acabo de terminar mi tesis doctoral, pero es que el blog es un reto», añado. «¿Pero qué te da el blog ese?», insisten.

Pues me da la vida, señores. La V-I-D-A. Es mi motivación, mi felicidad, mi alegría, mi forma de descubrir el mundo y la sociedad, mi manera de aprender cada día, de conocer gente sin salir de mi casa, de poner en práctica las mil ideas que pasan por mi mente, de probar y equivocarme, de descubrir…

«¿Lo puedes enumerar?», me pregunté a mi misma. Pues sí, claro que puedo. De hecho lo voy a hacer pero planteando la respuesta a todas estas preguntas de una forma positiva: ¿qué he conseguido con el trabajo de 3 años en el blog antes de ganar dinero? Todo esto y alguna cosa más :)

1. Hacer un tour por los estados de Rio de Janeiro y Bahia. No era consciente de que estaba poniendo en práctica estrategias de marketing digital hasta que varios hoteles, posadas, bed&breakfast y guest house aceptaron mi propuesta para intercambiar alojamiento por referencias en el blog.

Descubrí que no era la única loquita que pretendía aprovechar el ‘tirón’ de su página web para hacer este tipo de cosas. Pero me fue bastante bien la verdad. Recorrí la Região dos Lagos de Rio de Janeiro (la capital también, pero ya la conocía) y una parte del litoral de Bahia, incluida la maravillosa isla de Morro de São Paulo.

Conocí a un montón de gente majísima y entendí que tenía en mis manos un proyecto con el que podría repetir esta historia siempre y cuando pudiese contar mis aventuras de una forma honesta y sincera a los usuarios.

Nunca alabé en exceso ni desprestigié sin motivo. Lo conté como lo sentí. Y el resultado fue muy bueno. Antes de ese viaje, la media de páginas vistas mensuales no llegaba a las 10.000. Un año después estamos a punto de alcanzar las 60.000.

2. Ir a la Copa Confederaciones. En el año 2013 ganamos un concurso de blogs organizado por Google España. Buscaban a la mejor página con contenidos relacionados con fútbol y perfil activo en Google+ para ir a la Copa Confederaciones.

Brasil, Más Que Fútbol nació precisamente con la intención de hablar de todo lo relacionado con Brasil, además del fútbol. Obviamente no iba a dejar a esta pasión personal fuera de juego. Y resulta que el jurado, compuesto entre otros, por periodistas como Axel Torres o Juanma Castaño, nos eligió para ir a Río de Janeiro a seguir a España. Deportivamente no sirvió de mucho, pero fue una experiencia inolvidable.

3. Que me llamen de la tele. Infelizmente (como dicen en Brasil), si no sales en la tele parece que no existes. A mi no es que me apasione la cámara, pero me gusta contar cosas, opinar sobre lo que he aprendido, conocido o me interesa. Si tiene que ser con focos delante… ¡no hay problema!

Tener un blog bien posicionado en buscadores ayuda a convertirte en ‘influencer’ y eso para las televisiones es fundamental. Cuando apenas llevaba un año y medio con este proyecto empezaron a pedirme entrevistas. Primero fue NCI Noticias (RTVE), luego Antena 3 para uno de sus programas de más éxito, ‘En Tierra Hostil’, y más tarde Hispan TV para participar en debates sobre política brasileña.

«¿Te animas?», suele ser la pregunta. «¡Por supuesto!», respondo siempre. Primero porque como periodista creo que si un compañero te pide algo, debes colaborar. Y segundo porque es la mejor oportunidad de dar publicidad a tu página.

También me han llamado de otros medios (La Tribuna, Radio Universidad de Salamanca o el canal de Youtube de Brazucas pelo Mundo), pero nada comparable con la televisión. El impulso que te pueden dar 3 minutos en pantalla no se puede comparar con ninguna acción de marketing. Al menos en lo que a rapidez se refiere.

4. Mantener la ilusión por un trabajo que me gusta. La última vez que tuve un contrato indefinido fue en Lainformacion.com. Después de un cambio de dueños y de condiciones laborales, toda la plantilla salió de ahí y fue a parar a diferentes lugares. Yo decidí dedicar un tiempo a mi tesis doctoral.

Si luchaba para plantarme de nuevo en una redacción, quizá lo conseguiría (no lo sé porque la crisis estaba pegando muy fuerte y la competencia es feroz). Muchas veces pensé: «Si me olvido del dinero, lo que más quiero en este momento es dedicarme a mi tesis y a mi blog». Pues esta es tu oportunidad. Y así lo hice…

El problema de pasar demasiadas horas trabajando en un proyecto académico es que en ocasiones sientes frustración profesional. Quien tenga vocación de verdad sabrá de lo que hablo. Al mismo tiempo que quería y me encantaba investigar, creía que mi lugar estaba en la redacción de un medio de comunicación.

Dedicar los conocimientos adquiridos a mi blog, poner en práctica tendencias, estrategias, ideas… y contar lo que quería sin ningún tipo de límite o condicionamiento, me han servido para mantener la fe y la ilusión por un trabajo que vuelve loca. Porque periodismo es periodismo, digital o como sea. Periodismo. Simple, precioso, útil, necesario… Reconstituyente.

5. Escribir mejor. Primera lección de profesora novata a mis alumnos del Master de Periodismo en Radio, TV y multimedia del CES: a escribir se aprende leyendo y escribiendo. «¿Cuál es vuestra pasión? Convertidla en un blog y escribid. Lo que sea… ¿Qué te gusta, el chocolate? ¡Pues escribe de chocolate! Tipos de chocolate, procesos de creación, información nutricional, ¿hay maestros chocolateros?», les dije.

Desde que nació Brasil, Más Que Fútbol escribo mejor. Sin duda. Al principio escribía un par de post al mes, luego cuatro, después seis y ahora, ¡todos los que puedo! Cuanto más escribes, más seguridad adquieres. Con la soltura viene la rapidez pero, sobre todo, la calidad.

6. Aprender más sobre SEO. En mis anteriores trabajos tuve que poner en práctica estrategias de SEO fundamentales para posicionar por encima de la competencia. Cuando empiezas a pensar en buscadores ya no puedes salir de ahí.

Peeeeero… el todopoderoso Google a veces cambia sus algoritmos y hay que estar preparado. El blog me ha obligado a actualizarme constantemente, a leer todo lo que puedo y a investigar cómo hacer para que mis contenidos destaquen.

7. Descubrir el maravilloso mundo del marketing digital. «Tienes que tener una visión comercial», me decían mis amigos y conocidos expertos en marketing digital. Al principio solía insistir en que yo no tenía un blog para ganar dinero sino para contar cosas sobre Brasil que no veo en otros sitios y que me gustaría que la gente supiera.

«Sí, si eso está muy bien pero es que ya tienes una audiencia», me explicaban. Yo no veía muy clara la relación. Hasta que entendí que fidelizar a un grupo de personas es lo que buscan aquéllos que crean un blog con una mentalidad opuesta a la mía: primero negocio y luego contenidos.

Yo lo hice al revés, primero contenidos y luego (si acaso), servicios que puedan ser útiles a la audiencia. Que eso se convierta en negocio, todavía tengo que verlo. Los ‘marketeros’ a veces te hablan como si tuvieran una bola de cristal entre las manos. Se les iluminan los ojos. Ven dinero por todos lados.

Los blogueros, por mucha visión comercial que tengamos, sabemos lo que cuesta subir cada escalón. Debemos ser prudentes, pero también escuchar a estos expertos. A veces puede parecer que dicen o escriben locuras idealizadas, pero muchas de sus ideas se pueden adaptar a tu proyecto.

En todo caso, cambiar el ‘chip’ es fundamental. Gratis sí, pero con complementos asociados que te acerquen al último objetivo: vivir de tu pasión.

8. Interesarme por cosas que creía que nunca me interesarían. ¿Economía? What? ¡Pero si la odiaba! Pues ahora me gusta saber cómo funciona la dichosa inflación brasileña, y por qué es tan importante el valor del dólar para el mercado de Brasil… por poner solo un par de ejemplos. ¡Quien me ha visto y quien me ve! :D

9. Perfeccionar el arte de la negociación. Según los expertos en marketing no solo hay que interiorizar que un blog puede ser un negocio sino que es necesario desplegar tácticas encaminadas a conseguir que así sea.

Hablar con posibles anunciantes, hacerles ver que dispones de un público objetivo que pueden aprovechar a través de tu plataforma, explicarles que no hace falta papel…

Si no hubiese sido por el crecimiento del blog, nunca me habría planteado dedicar mi tiempo a estas delicadas y trabajosas labores comerciales.

10. Conocer a un montón de gente. Españoles, brasileños, argentinos, chilenos, mexicanos… he conocido a gente de prácticamente todos los países gracias a Brasil, Más Que Fútbol. Siempre lo digo, pero creo que nadie es consciente del poder de atracción que tiene ese país. ¡Es increíble!

También he conocido futbolistas, cantantes, actores, escritores, locutores brasileños y españoles que sienten, como yo, ese vínculo especial entre Brasil y España.

11. Tomar algunas caipirinhas y coxinhas gratis (broma). Relacionado con el anterior. Al final, muchos seguidores te aprecian y valoran. Aunque algunos contenidos les gusten más que otros, toman tus informaciones y opiniones como referencia y esto acaba en caipirinhas y coxinhas gratis por todos lados :D

12. Reunir a amigos y seguidores. El pasado mes de junio se me ocurrió organizar el primer encuentro de seguidores del blog. Para conocernos y, como dicen en Brasil, ‘confraternizar’. ¡Fue muy divertido! Vinieron lectores pero también muchísimos amigos. Un día inolvidable que se repetirá lo antes posible.

13. Saber que tengo un montón de compañeros periodistas apasionados por Brasil. Cracks auténticos que ¡me siguen! OMG ¡Qué responsabilidad! Gente muy conocida en el mundo del periodismo y que han llegado a mi y yo a ellos gracias a Brasil, Más Que Fútbol. Nunca pensé que esto pudiera ocurrir por un blog con un contenido tan tan específico.

14. Tener la imaginación siempre ‘on fire’. ¡Qué guay! ¡Se me acaba de ocurrir un tema para mi blog! ¿Cuántas veces habré dicho esto?

15. Encontrar contactos hasta debajo de las piedras. Porque la gente es muy maja, la verdad. Los seguidores son fantásticos y siempre me ponen en contacto con otras personas. En mis próximos viajes en solitario, no tengo miedo a quedarme tirada. Es solo poner un mensajito en las redes y aparecen personas encantadas de hacerme compañía. ¡Eso es grande!

Tengo ofertas para ir a un montón de ciudades y pueblos repartidos por Brasil. Porque si algo tienen los brasileños que no he visto en ningún sitio, es una capacidad de acoger a los recién llegados sincera y muy humana. Y si encima valoran y aman su país, muchísimo más.

16. Hablar sola delante de la cámara. Lo primero: nunca fui de televisión aunque cada vez le estoy cogiendo más cariño. Segundo, hablar sola vale pero hacerlo delante de una cámara sin otra compañía que la de tus propios pensamientos es un poco extraño.

Tienes que imaginarte que hay gente al otro lado para no acabar diciendo ninguna barbaridad. Cuando empecé a publicar vídeos en YouTube creía que los íbamos a ver mi madre y yo y al final, algo de impacto sí que están teniendo… Merece la pena ;)

17. Conseguir que no me odien ni españoles ni brasileños. El mérito del que me siento más orgullosa. He aprendido a hacer juegos de equilibrio constantes para no herir la sensibilidad de nadie con mis palabras.

Potencias la empatía y desarrollas una asombrosa capacidad de utilizar los términos que menos posibilidades tienen de ser malinterpretados.

18. Alucinar en colores porque alguien me reconozca en la calle. Después de salir en ‘En Tierra Hostil’ noté que la gente de mi entorno me miraba más que de costumbre. Primero fue una vecina sonriente que me dijo: «Anda, te vi ayer en la tele. Muy bien explicado todo hija». Luego la monitora del gimnasio y algunos compañeros con los que jamás había cruzado una palabra. «¿Y tú por qué sabes tanto de Brasil?», me preguntaban.

Luego comprando en una tienda una mujer entró y dijo: «He visto tu vídeo en YouTube hablando de Brasil. ¡Me ha encantado!». «¡Pero bueno!», pensé yo. Si creía que eran cuatro gatos :D

Para rematar, un día esperando un tren se acercó una chica que parecía francesa pero en realidad era de Porto Alegre. «¿Tú eres Virtudes, del blog Brasil, Más Que Fútbol?». ¡Madre mía!

Esto solo me había pasado durante mi etapa en la prensa regional de Castilla -La Mancha cuando la gente me conocía de verme en partidos de fútbol y balonmano con la libreta y la grabadora a ‘cuestas’ :)

19. Entender que cada red social necesita un cuidado diferente. Algunos amigos ingenieros informáticos insisten en lo bueno que es programar las cosas para perder poco tiempo. Y veo que todavía mucha gente ‘vende’ sus contenidos de la misma forma en todas las redes sociales. En todo este tiempo he aprendido que cada una requiere de un trato especial, absolutamente personalizado.

No me puedo dirigir igual a los seguidores de Facebook que a los de Twitter. Jamás. Por el momento, la red en la que Brasil, Más Que Fútbol tiene más seguidores es Instagram y pocas veces presento los artículos que escribo en el blog. Comparto fotos personales que he hecho durante mis viajes, explico por qué me gustan esos sitios, qué se puede visitar… La gente me etiqueta en sus fotos, me sugiere nuevos destinos, me habla en privado para preguntar por qué ese amor a Brasil…

Los seguidores de Facebook son más comprometidos, exigentes, curiosos, participativos… A ellos les dedico más tiempo que al resto. Debatimos, ‘trocamos ideias’, me envían sugerencias… El ‘feedback’ es mucho mayor. Y la cantidad de accesos a través de esta plataforma, también.

Twitter es otro rollo. Me sirve para informarme, interactuar con instituciones, medios y periodistas. Muchas veces repito la publicación de los contenidos porque es muy posible que una gran parte de los seguidores no los vieran la primera vez que los compartí.

Mi lema: jamás repitas enunciado. Hay que adaptarse al perfil de las personas que te siguen en cada red social. Aunque pierdas (que no pierdes) el doble de tiempo.

20.Tener todos estos y muchos motivos más en la recámara para responder a la pregunta: “¿Pero ganas dinero con eso del blog?”.

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